Razón y Locura:
En la relatividad del tiempo, en la grandeza del espacio, en la oscuridad de la mente, en la claridad de los ojos. En algún lugar dos hermanas tuvieron una discusión, razón decía que el mantel debía ser cuadrado por motivos simétricos, locura decía que debiera ser con la forma de un gato ya que esa forma era de su agrado, razón no entendía a locura, “… y tu eras la inteligente” le decía locura a razón; a lo que razón respondió: “siempre lo he sido y lo seré aunque no lo comprendas”. Razón sabía que la idea de locura no era tan mala como se lo había dicho, locura sabia que razón tenia la razón ya que la mesa tenía forma cuadrada y no de gato, pero eso no fue suficiente para que la pelea cesase; sus orgullos y
egos eran tan grandes que faltaría lugar en el mundo para tanta frivolidad. Por lo que locura decidió irse de casa, razón aunque por dentro anhelaba con todas sus vértebras que locura no se fuese, aun así no se opuso.
Pasaron los días y años y locura fue feliz con todas las formas y sonidos diferentes que podía hacer sin limitaciones, pero sintió que le faltaba algo, no sabia que era, o no quiso saberlo ya que presentía que, o quien, era lo que le faltaba.
Por su parte razón tuvo una vida y vejes tranquila y ordenada tal como ella siempre lo deseo y para su sorpresa sintió carencia, al igual que locura no sabia que era eso que tanto le faltaba, o tampoco quiso aceptarlo.
Al pasar los años locura y razón murieron una alejada de la otra pero no habían muerto del todo ya que ambas dejaron prole a la que llamaron con sus mismos nombres, con el tiempo la descendencia de estas hermanas también fueron felices pero al igual que sus progenitoras su felicidad no fue plena, sintieron la falta, la carencia de algo que inexplicablemente desconocían, pero, a diferencia de sus madres, salieron en su búsqueda.
La noche era estrellada, la brisa tocaba cada uno de los poros de su piel y el cansancio era evidente e insostenible cuando razón vislumbró una silueta que era muy familiar, se acercaron la una a la otra sin saber a lo que se enfrentaban, pero con la certeza de seria mejor que esperar a morir sin saber lo que tanto necesitaban. Cuando razón estuvo lo suficientemente cerca observo que aquella silueta era casi iguala ella exceptuando el pelo (el cual estaba mucho mas desordenado que el suyo) y un vestido largo y con formas de gatos, muy andrajoso que hasta
rengueaba en el suelo ocultando los pies de esta joven.
En ese momento se escucho “¿Quien eres tu?” dijo la joven- “soy razón la ama de las ciencias, maestra de muchos y despreciada por pocos, y tu, ¿como te haces llamar?” – “locura, así me bautizaron y así me llaman, soy la ama de las artes, muchos me desprecian y niegan, soy la maestra de unos pocos apasionados que comparten mi gusto por las formas”- “¿y que es lo que te trae aquí?” dijo locura.- “una búsqueda” dijo razón .- “ y tu locura
dime que es lo que atrae a este lugar” – locura dijo: “al igual que a ti mi querida forastera, una búsqueda es el motor de mi andar”.- “ solo hay un problema” dijo razón, “pese a que de la inteligencia maestra soy, desconozco el fin o destino de mi búsqueda”.-“ como es de costumbre, el destino ya tampoco se” dijo locura, “pero siendo esta la situación seria mucho mas ameno
convoyar nuestro viaje”.- “no lo se mi querida locura eres muy diferente y no te comprendo”.- “ y dices que eres maestra de la inteligencia, pues viva la diferencia, si la ilógica pudo aceptar que sin su hermana lógica no puede existir, pues yo estoy dispuesta a continuar mi viaje con una forastera que viste y
huele bien”.- “ lo que dices no es del todo desquiciado, siendo de ese modo acepto conllevar mis viaje y búsqueda con una andrajosa amantes de las formas”
Y así fue como tuvo que pasar una generación para que razón y locura pudieran acompañar su andar, dejando sus diferencias atrás y desconociendo las banalidades que había separado a sus antepasados.
